Los apartamentos Bridgestreet en la zona 1 de Liverpool fueron una buena elección cuando viajamos a esa ciudad británica. El precio era bastante razonable, para lo que habíamos visto, aunque, en principio, íbamos con dudas, pues algunas de las críticas que habíamos leído en Internet nos habían llenado de congoja, una vez que la reserva estuvo hecha. Había quién hablaba de falta de higiene, de haberse encontrado la cama llena de pelos… y mis compañeros y yo misma nos preguntábamos si Chewbakka iba a estar allí esperándonos una vez levantásemos el cobertor.
Pero no. Nuestros ‘miedos’ eran infundados. Los apartamentos Bridgestreet estaban limpios, muy limpios y eran un sitio bastante acogedor aunque al llegar, como era bastante pronto y no pudimos dejar las cosas en el nuestro, la consigna nos hizo augurar lo peor.
En cualquier caso, los apartamentos Bridgestreet son amplios, luminosos y elegantes. Sus cocinas cuentan con lavavajillas y lavadora/ secadora. Y todos los dormitorios con su propia televisión. Lo único que hay que resaltar en ‘su contra’ y es sólo una anécdota, es que las cosas están hechas a medida del usuario anglosajón, algo más alto que el latino. Así, entrar y salir de la bañera es toda una aventura para alguien que tenga las piernas cortitas. Un buen cardenal que me traje, lo demuestra.
En cuanto a localización, Bridgestreet estaba situado en frente del centro comercial más grande de todo Reino Unido. Uno de los lugares a visitar de Liverpool, no sólo por las tiendas, que las había y muchas, sino porque en él se congregan muchos de los restaurantes de la ciudad y en su planta superior hay una terraza dedicada al ocio.
Su céntrica ubicación ofrece unas vistas impresionantes a la ciudad y el histórico muelle.
Más información: http://www.bridgestreetliverpool.co.uk/
