El turismo de valor añadido resiste mejor las crisis, según un estudio reciente de Círculo Fortuny.
Silvia Resa López/ Imágenes cedidas por Relais & Châteaux
La cadena Relais & Châteaux es una asociación creada hace casi siete décadas, a la que pertenecen 580 hoteles y restaurantes con una característica común, como es la de ser únicos en todo el mundo. Aunque esa exclusividad se paga, las imágenes de tan bellas ubicaciones no dejan lugar a dudas, pues desde el Valle de Napa hasta la región de la Provenza francesa y Península Ibérica, pasando por las playas del océano Índico, estas empresas familiares nos proponen descubrir el arte del buen vivir, sin olvidar la cultura e historia propias de cada zona.
Se habla de turismo de lujo, premium, de valor añadido, de excelencia o de alto impacto, como se recoge en el último informe de la asociación Círculo Fortuny: “Retos y tendencias; cómo será el futuro del turismo de alto impacto”, presentado el trimestre pasado en el Fortuny Talk.
Elaborado en colaboración con BCG (Boston Consulting Group) el citado estudio prevé un crecimiento anual del 7% de forma sostenida durante el próximo lustro, lo que avala la tesis de que el segmento turístico de valor añadido “es más resiliente a la crisis actual, ya que su negocio cayó el 36% por debajo de la media del sector”.
“Su capacidad de reinvención y diversificación de la oferta, su apuesta por la innovación, el músculo de sus empresas y de sus marcas, además del diálogo constante con el cliente, que le permite conocer sus necesidades de primera mano, son sus principales fortalezas”, ha dicho Xandra Falcó, presidenta de Círculo Fortuny, asociación creada en 2011, dedicada al sector de la alta gama y excelencia e integrada por 60 socios.
La experiencia Relais & Châteaux
Alto valor añadido, lujo y excelencia califican a los cerca de 600 hoteles y restaurantes pertenecientes a Relais & Châteaux, una de las principales asociaciones de establecimientos “únicos en todo el mundo, dirigidos por emprendedores independientes firmemente comprometidos con la autenticidad y la calidez de las relaciones que establecen con sus clientes”, tal y como lo define un portavoz de la organización.
Hace casi siete décadas, el matrimonio Tilloy, propietarios del hotel-restaurante “La Cardinale” situado en la orilla derecha del Ródano, tuvo la idea de presentar ocho centros hosteleros bajo el eslogan común de “La Route du Bonheur” o “El camino a la Felicidad”.
Se trataba de ocho establecimientos auténticos, situados entre las ciudades galas de París y Niza, apartados de las urbes y reunidos en torno a unos valores comunes, tales como “las mejores prestaciones, una gastronomía excepcional y una concepción particular del arte de saber vivir”.
Esta asociación inicial ha sido el germen de lo que años después se ha convertido en una de las organizaciones hosteleras de mayor prestigio del mundo, Relais & Châteaux.
Actualmente son ya 65 los caminos a la felicidad a lo largo y ancho de 70 países en los que, tal y como recomendaba Marcel Tilloy, “hosteleros y restauradores han de dejar que su corazón se exprese”.
A sus 68 años, Relais & Chateâux está presente en los cinco continentes y sus miembros se comprometen a “proteger, dar a conocer y realizar el valor de la riqueza y diversidad de la gastronomía, además de las tradiciones de la hospitalidad de las distintas culturas del planeta, garantizando así su preservación, al igual que la de los patrimonios locales y el medio ambiente”.
Hoteles, casas, villas, restaurantes y cruceros son el marco de las experiencias vividas en Relaix & Chateâux que, “permiten sentirse inmerso en un lugar y una cultura, y descubrir las peculiaridades y todas las riquezas puestas a disposición de nuestros sentidos”, dice uno de los portavoces de la asociación; “el placer y las emociones surgen de una auténtica y atenta consideración por parte de los equipos, que respetan la intimidad de cada uno, al mismo tiempo que proponen un vínculo cálido y privilegiado”.
Esta asociación se define por un conjunto de valores compartidos por todos sus miembros en el mundo entero:
- Vínculo local. Las casas, villas y hoteles son la viva expresión de un lugar, de su historia, de su entorno y de su cultura.
- Humanismo. Se expresa a través del respeto a los anfitriones y a los colaboradores, así como a los hombres y mujeres que evolucionan en torno a las villas y encarnan los lugares y su cultura.
- Compartición. Cada Maître de Maison transmite su pasión a sus clientes.
- Compromiso. Los miembros Relais & Châteaux contribuyen a enriquecer la historia de la cocina y la hospitalidad.
“Pertenecer a Relais & Châteaux significa vivir con unos valores comunes que se resumen en la pasión por la profesión y que, en los últimos años, se ha traducido en la fidelización de generaciones más jóvenes”, dice Oihana Subijana, directora del hotel Akelarre en San Sebastián, que alberga el restaurante del chef Pedro Subijana, al que se le han otorgado tres Estrellas Michelín.
Lujo a la española
“España cuenta con todos los ingredientes para convertirse en referente europeo del turismo de alto impacto”, ha dicho Fernando Valdés, secretario de Estado de Turismo, durante la presentación de Círculo Fortuny; “tiene una oferta cultural inmensa, está posicionado en la alta gastronomía mundial con más de 200 restaurantes con Estrella Michelín, cuenta con 15 ciudades declaradas Patrimonio de la Humanidad y con un número creciente de hoteles de alta gama”.
Aunque el reto fundamental consiste, según Valdés, en “proyectar España en los mercados de largo radio”, es decir, aquellos integrados por turistas que, de media, gastan 35.000 euros anuales en sus desplazamientos internacionales.
En el informe de BCG se identifican los hábitos de estos clientes, quienes “suelen pasar fuera una media de 10 semanas al año, repartidas entre dos viajes”; “sus gastos ascienden a 20.000 euros a los que se suman otros 15.000 euros destinados a compras y restauración”.
Este perfil se completa con un desembolso medio de 8.000 euros por semana en un resort, 1.000 euros por noche en un hotel, compras en destino por valor de 7.000 euros, otros 800 euros para visitas culturales (museos y teatros), 400 euros al día en tratamientos de bienestar y belleza, además de 150 euros por persona y comida o cena en un restaurante.
En la Península Ibérica hay 39 establecimientos hoteleros y restaurantes adscritos a Relais & Châteaux. El hotel y spa Bela-Vista en Portimâo, la Casa de Calçada en Amarante, la Fortaleza do Guincho en Cascais, Quinta Nova Winery House en Sabrosa, The Yeatman en Vila Nova de Gaia o Casa Velha do Palheiro en Madeira son todos destinos lusos de Relais & Châteaux.
En España destacan, por ejemplo, el restaurante y hotel Akelarre, en San Sebastián, Heritage Madrid Hotel, Mas de Torrent Hotel & Spa en Cataluña, Son Brull Hotel & Spa en Mallorca, A Quinta da Auga Hotel & Spa en Galicia, así como el restaurante y hotel extremeño Atrio, el restaurante vasco Arzak o el madrileño Coque, todos ellos con Estrellas Michelín.
“Muchos de los establecimientos miembros son pequeños y están ubicados en plena naturaleza, donde el aire puro y la distancia social se dan de manera orgánica”, dice Mar Suau, propietaria de Son Brull en la población mallorquina de Pollença y miembro del comité ejecutivo de Relais & Châteaux; “eso no hay que cambiarlo, no hay que forzar nada, siempre ha sido así”.
Tales establecimientos de lujo marcan la tendencia de un mercado, como el español, que está preparado para formar parte del “top of mind” del turismo de premium, tal y como ha dicho Xandra Falcó, presidenta de Círculo Fortuny: “España cuenta con todos los ingredientes para desarrollar una oferta completa de excelencia que, además, es más sostenible, genera un mayor PIB local y es más resiliente en las crisis”.
Y hay más, pues desde Círculo Fortuny apuestan por los Millennial y Generación Z, respectivamente, para los nacidos entre 1981 y 1995 y desde 1995 a 2010, a los que denominan “los turistas del futuro próximo”.
“Los Millennial supondrán el 50% del turismo de alto impacto mundial en 2025 y sus preocupaciones giran en torno a valores como la sostenibilidad, la digitalización, la inmediatez y la experiencia”, se dice en el informe de la consultora BCG; “que son, precisamente, las tendencias que van a guiar a la industria en los próximos años, al igual que la relación 2.0 con el cliente o lo que se denomina la experiencia phygital, es decir, tanto física como digital”.