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Luis Boyano, mago: “La cuna de la cartomagia ha estado siempre en España”

Abr 21, 2017

Silvia Resa

El mago Luis Boyano tiene un truco: el humor. Tiene otro truco más: la palabra. Y tiene un tercero: la empatía. Este último no lo aprendió en la que fue su carrera académica, Psicología, sino a lo largo de sus actuaciones en el madrileño parque de El Retiro, en el hotel Palace de Madrid, en diversas fiestas privadas a las que incluso asistió el rey emérito Juan Carlos, en el circo de Teresa Rabal, en su participación en diversas ediciones de Juvenalia, haciendo de maestro de ceremonias, en eventos de magia corporativa para empresas, en la que fue pionero en España o quizá ante los indios Yanomami, en la Amazonia brasileña.

Estos días (viernes 21 y sábado 22) el mago Boyano, que a la sazón es poseedor de los premios Nacional y Mundial de Magia, organiza la sexta edición del Festival Internacional de tal disciplina en la localidad madrileña de Torrelodones, en el que ha conseguido reunir a la flor y nata del citado arte, como Charlie Mag, Iván Netcheporenko, Mag Marín, Omar Pasha o Rafa Piccola.

Pero volviendo a Luis y a su trabajo hay que decir que en este mago lo que menos se busca es cómo hace los trucos, ya que lo que mejor se aprecia es su autenticidad; es la palabra, lo que dice y cómo lo dice lo que realmente convence y nos transporta a un mundo posible y probable, el de la “magia potagia” sin trampa ni cartón. Comenzamos.

“Desde que recuerdo he tenido alma de payaso” dice este Piscis gallego al recordar la característica que destacaba su abuela en él; “aunque fue mientras terminaba mi formación universitaria cuando me di cuenta de que mi sueño era ser artista, así que empecé como mimo”.

Luis y Rocío, su esposa y partner en la empresa.

Después vino la interpretación, las clases de expresión corporal, de pantomima, clown y finalmente magia.

¿Qué sale de mezclar Psicología y Cartomagia?

(Sonríe y mientras responde no deja de mover una baraja francesa de la que extrae una carta que rápidamente se convierte en otra. Y mis ojos muy atentos no saben qué ha pasado…)

Con Psicología se puede engañar mejor en la magia.

¿Engañar? Te invito a escoger otra palabra

Persuadir, pero en el fondo lo estudiado tiene aplicación en la vida; es decir, saber de Psicología me ha permitido intuir cómo elegir a una persona determinada para un ardid concreto y sobre todo darme cuenta de cómo tratarla, mediante la intuición y siempre desde el respeto hacia su realidad social y cultural.

¿Qué tipo de personas se te dan mejor, profesionalmente hablando?

Suelo tender hacia la gente joven, aunque me manejo bien con el público mayor, si bien es preciso tener en cuenta dónde trabajo, para quién y cuál es el objetivo; en función de estos tres elementos hago una selección de juegos y diseño el correspondiente guión. Me gustan mucho las familias, por cierto.

¿Qué hay detrás de la magia?

En mi caso la satisfacción del trabajo bien hecho, la alegría y el agradecimiento de la gente; es lo más bonito y además compensa ensayos y viajes, por caóticos que sean.

¿Qué más hay?

La suerte de la retroalimentación mediante el aplauso, que supone el reconocimiento inmediato y directo del público hacia mi trabajo; en este sentido tengo suerte.

¿Cuáles son tus armas en el escenario?

Comunicación, empatía, persuasión, escucha y motivación (lo dice de corrido, sin atragantarse, con la sencillez propia de alguien que cree en sí mismo. Diez puntos para el mago).

¿Rienne va plus? (¿No va más?)

El humor, que para mí es muy importante, sobre todo cuando me di cuenta de que una de mis habilidades era la palabra… dejé de ser “Luis el mimo”, claro.

¿Cómo es ese humor?

Va a sonar raro, pero se trata de un humor inteligente, nada de sal gruesa, ni tampoco el hablar de la crisis… podría hacer risas a partir de imitaciones a políticos, pero no es lo mío.

¿Y cómo es la magia para empresas?

Para las compañías empecé haciendo magia unida a un mensaje que solía ser motivador para los trabajadores; en ocasiones humor y magia los adapto para que hagan referencia al producto o para hacer partícipes a todos los departamentos. Hay que empaparse muy bien acerca de la compañía, el proyecto y la estrategia. En este sentido soy un dinamizador, un motivador.

¿Se les pregunta por lo que no saben de sí mismos?

Más bien cuento mi vivencia y si ellos lo desean, que la extrapolen; es decir, les digo que es como perseguir un sueño, algo que he alcanzado, pero no soy ni un coach, ni un magic coach.

¿Hay buena magia en España?

La cuna de la magia con cartas o cartomagia es España, por lo que goza de una buena reputación y reconocimiento internacionales. Sí, hay buena magia.

¿Puede curar?

La magia puede curar… sólo con la sonrisa que provoca en el público, que permanece durante las horas posteriores, pues no sólo se trata del “cómo ha podido hacerlo desaparecer”.

¿Qué hace un mago enseñando trucos a los indios Yanomami?

Siempre quise conocer la Amazonia y llegado un momento hice el viaje para desvincularme emocionalmente, así que compré un billete de ida y cogí una avioneta, un autobús, un camión y una canoa y llegué a una choza muy grande en el poblado de los Yanomami, en Brasil. Lo cierto es que triunfé, porque sólo al ver que abres la baraja en abanico o que deslizando una carta mueves el resto de un lado a otro alcanzas casi el rango de chamán. De hecho el jefe de la tribu me ofreció, a través del intérprete que hablaba en portugués, regalarme un pekarí para ofrecerlo como dote a una de las mujeres con la que se suponía que podría casarme y quedarme así con ellos. En fin, busqué Ítaca y no la encontré, pero tras mi periplo por Brasil, Uruguay, Perú y Argentina volví a España con mucha fuerza.

¿Qué tiene la magia que la diferencia de otras profesiones?

Pues algo sencillo que la hace única, como es el hecho de que puedo actuar en todo el mundo; es decir, con una moneda, una piedra, unas cartas, puedo ensayar en el metro, en el avión, en cualquier parte.

¿Algún truco favorito?

La cabina de los espíritus, que es una performance creada a finales del siglo XIX y que hoy en día hace poca gente. En época de guerra los familiares de los soldados desaparecidos querían estar en contacto con sus espíritus a través de una médium… sucede de todo.

Por VELT

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