El próximo 21 de marzo, la semana que viene, será oficialmente primavera. Y también es la fecha en que llega a las librerías la primera obra de la modelo Marisa Jara, ‘La talla o la vida’. Un libro en el que la modelo explica su propia experiencia con un trastorno alimenticio: la bulimia nerviosa. Una enfermedad que la acompañó durante mucho tiempo y perjudicó gravemente su salud.
Marisa Jara supo desde muy joven que quería dedicarse al mundo de la moda. No sólo le ayudaba su físico, sino también una ilusión inmensa y muchas ganas de comerse el mundo. La talla o la vida recoge la historia de Marisa Jara en el mundo de la moda. La top vivió experiencias muy gratificantes: viajó por el mundo entero y trabajó para algunas de las firmas más prestigiosas de la historia de la belleza y la moda.
Sin embargo, los cánones de belleza establecidos por la industria eran férreos: delgada, delgada y más delgada. Todo aquello que estuviese por encima de la talla 34 o 36 era considerado inaceptable.
El cuerpo de Marisa Jara, ancha y curvilínea por constitución, no se adaptaba a unas medidas tan exigentes. Los profesionales del sector medían cada centímetro de su cuerpo para asegurarse que no se alejaba de los 50 kilos.
Se desencadenó así una lucha interior entre responder a lo que su cuerpo le pedía o mantenerse en el límite para ser el tipo de chica que las firmas querían contratar. La ansiedad y el miedo se abatieron sobre Marisa Jara, y no tardó en aparecer un trastorno alimenticio cuyo padecimiento la modelo reconoce sin titubear: la bulimia nerviosa.
Durante aquellos años, para Marisa Jara era normal darse grandes atracones de comida y después correr al baño. Se lo había visto hacer a cientos de modelos. Afortunadamente, gracias a la ayuda de profesionales y sus seres queridos, se dio cuenta que este problema estaba acabando con su salud. No merecía la pena ser modelo a cualquier precio, y más si le costaba la salud y la felicidad.