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Dic 23, 2019

Gran Hotel Inglés y Distrito 798 son las dos propuestas para las principales cenas navideñas en Madrid.

Silvia Resa López

La oferta gastro típicamente navideña abarca un elenco de especialidades, menús y precios. En Madrid y desde VELT abrimos el abanico con dos propuestas: la del Gran Hotel Inglés, uno de los referentes de la alta gastronomía en la capital y la de Distrito 798, económicamente más accesible y basada en la tipicidad asiática.

El tartar de atún rojo con crema de aguacate y crujiente de arroz resulta sabroso desde el primer bocado, sobre todo con el contraste de los aromas salino y de piña ácida del vino Descomunal, con denominación Rueda. Es uno de los platos incluidos en el menú de la cena de Noche Buena en Distrito 798, en pleno barrio de Azca. El restaurante, uno de los referentes de las especialidades asiáticas en la capital, incluye tres nigiris (atún, salmón flambeado y foie) con sabores muy definidos, especialmente el de foie; el maki Geisha de langostinos y atún, tres unidades de dimsum casero de lomo ibérico y gamba con salsa dulce china, plancha de cochinillo confitado con puré de patata y sable de limón y merengue con helado de té verde. El precio del menú es de 42 euros por persona, bebida aparte.

ceviche distrito 798
Ceviche limeño estilo macho con chips de Wantung, platano macho, Distrito 798.

En Distrito 798 la cocina asiática, fundamentalmente japonesa, se fusiona con toques californianos; su chef, Armando Justo, es uno de los referentes en el denominado estilo California Cuisine, desarrollado a últimos del siglo pasado en la costa oeste de los Estados Unidos por la confluencia de cocineros procedentes de diversos países que, una vez establecidos, empezaron a trabajar el producto fresco con sus técnicas personalizadas, pero adaptándolas a los gustos de los californianos.

“Mi cocina es un melting pot, una fusión que toma el Mediterráneo como base, sin olvidar el estilo asiático, especialmente el japonés”, dice Armando Justo, chef que ha trabajado en diversos restaurantes californianos, entre ellos el de especialidad nipona Isakaya. Estas influencias se dejan sentir también en el menú dispuesto para la última cena del año, el cual se abre con el dúo de tartar atún rojo y salmón con crujiente de alga y crema de aguacate; le siguen los nigiris de foie con trufa, toro flambeado y Wagyu con polvo de setas. El dimsum de vieira y caldo de gamba roja precede al jarrete de cordero con jugo al teriyaki y patata wasabi, acompañado del sabroso arroz Chaufa con cebolla crujiente, pecho de pato y salsa brava coreana. Como postre, el bao francés con pudding de vainilla y chocolate “para mojar”.

Al estilo inglés

El chef Fernando Arellano se confiesa madrileño “Madrid es mi ciudad”, aunque los avatares laborales le llevaron a la isla de Mallorca hace ya una década. Allí, en el restaurante Zaranda ofrece una cocina mallorquina que ha sido galardonada con dos de las preciadas estrellas Michelín. En estas fechas y con el fin de presentar los menús para las noches más brillantes del año que termina, el cocinero ha regresado a sus raíces madrileñas por unos días. El Gran Hotel Inglés, en pleno barrio madrileño de Las Letras, es donde está ahora su cocina. D’Angelo Bishop, chef ejecutivo del hotel, acompaña a Arellano en el diseño de los menús de Noche Buena y Noche Vieja.

almendra mallorquina Arellano
Cuatro estaciones de una almendra mallorquina.

Platos propios del chef Arellano como el caldo de navidad, con ravioli de pularda y papada de ibérico y la merluza confitada con parmentier de algas y sabayón de erizos se suman al jamón de bellota, las ostras al natural y el paté casero de hígado de pato. El menú, a un precio de 220 euros por persona, incluye el maridaje con Jerez Fino, vino con denominación Navarra (Bodegas Arbayun), Bodega Pago Florentino y el Champagne Laurent Perrier Brut.

En la noche del 31 de diciembre, el chef ha creado un menú de diez platos como el delicioso bombón de buey, la ostra majórica (concaviar, raifort y perlas encurtidas), cuya mineralidad marida a la perfección con el mítico Champagne Dom Perignon Vintage, el huevo negro con caviar de sepia y cebolla blanca o el pez limón con teriyaki de sardinas, migas de sobrasada y uvas. Como postre, las “cuatro estaciones” de una almendra mallorquina. El precio por persona es 500 euros, maridaje de Dom Perignon incluido.

El Gran Hotel Inglés, inaugurado en Madrid en 1886, fue uno de los primeros establecimientos de lujo de la ciudad. Más de 130 años después, en 2018, reabre sus puertas de la mano del grupo Hidden Away Hotels. Dispone de 48 habitaciones, una elegante y moderna coctelería, un restaurante a pie de calle y el que ya se posiciona como el primer spa de autor de la capital.

Por VELT

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