Cuando se cumple prácticamente un año de la instauración del teletrabajo en muchas empresas, con motivo de la irrupción de la pandemia, la pregunta que todos nos hacemos es la siguiente: ¿El trabajo en remoto ha venido para quedarse o desaparecerá con la llegada de la vacuna?
Según el INE, tan solo el 27% de las empresas españolas cuenta con empleados que teletrabajan de forma habitual. Pero todo hace indicar que esta tendencia va a cambiar de manera notable en los próximos años.
El trabajo en remoto implica acceder a un mayor número de colaboradores que son freelance y están trabajando desde su casa en otra parte del mundo, incrementa la productividad, ya que el trabajador está en su casa más concentrado y sin distracciones, y ayuda a una mayor conciliación laboral, al ahorrar tiempo en los desplazamientos.
Motivación
Tras doce meses trabajando en esta modalidad, la motivación de los trabajadores es imprescindible para que siguen conectados con la empresa. En este sentido, los beneficios sociales juegan un papel fundamental. Edenred, líder en servicios para empresas, reconoce que un empleado que continúa disfrutando de los beneficios sociales en la modalidad de trabajo en remoto está doblemente motivado que el que se ha visto desprovisto de los mismos. Y es que esta compensación no es incompatible con la llegada del teletrabajo y es necesaria, independientemente del lugar en el que se desarrolle la actividad.
Edenred, aconseja seguir las siguientes recomendaciones para mantener al empleado motivado tras un año trabajando en remoto:
Generar flexibilidad. Es importante ayudar a gestionar la conciliación del empleado entre su vida personal y profesional, adoptando medidas que puedan personalizar según sus necesidades, como la retribución flexible. Gracias a ella, el trabajador va a poder destinar hasta un 30% de su salario a servicios exentos de IRPF, con el consecuente ahorro que les supone.
Simplificar la gestión de las comidas. Aunque los empleados trabajen desde casa, van a necesitar seguir haciendo uso de vales de comida que les generen ahorro. Las empresas no pueden eliminar este tipo de ayudas unilateralmente ya que no es posible hacer discriminación por el lugar en el que estamos desarrollando nuestra labor profesional. Es decir, los empleados van poder hacer uso de las mismas tanto en establecimientos de restauración, como de alimentación en general, aunque trabajen desde casa. Además, pueden utilizar estos servicios para pagar comida a domicilio o take away.
Ayudar a los empleados con hijos pequeños. Pese a que el teletrabajo nos trae una mayor conciliación familiar, los más pequeños deben seguir acudiendo a las escuelas infantiles. Y es por ello que las ayudas para ahorrar en las guarderías siguen funcionando pese a que se trabaje en remoto. Los empleados con niños siguen necesitando este tipo de beneficios sociales para costear el pago de estos servicios.
Fomentar el ahorro en transporte. El teletrabajo puede desarrollarse a tiempo completo, a tiempo parcial o con semanas de trabajo comprimidas. Para todos aquellos empleados que tengan que acudir varias veces al mes a la oficina, beneficios como las ayudas de transporte, van a seguir generando ecología, puntualidad y ahorros considerables cada mes. Además, las ayudas parar comprar un vehículo, también pueden suponer un gran beneficio para el trabajador en este momento.
Incentivar la formación. Los empleados van a poder seguir formándose en materias que sean de utilidad para el desarrollo de sus labores profesionales. La adquisición de nuevos conocimientos y habilidades va a mejorar la cualificación de los trabajadores y va a aumentar su integración social, su satisfacción y su seguridad en el empleo.
Seguros de salud
Apostar por los seguros de salud. Un seguro de salud siempre es una ayuda importante para el empleado, pero más aún si cabe en tiempos de pandemia. Con este tipo de beneficios sociales, el trabajador percibe que la compañía prioriza la salud y se interesa por su bienestar, lo que genera espíritu de empresa y fomenta el rendimiento y la productividad.
Compensar la productividad. Aunque el empleado esté trabajando en casa, sus esfuerzos deben ser recompensados de igual manera. Una de las acciones para mejorar su experiencia y motivación consiste en facilitar a la plantilla bonos por productividad, orientados hacia el logro de objetivos.
En definitiva, la pandemia ha abierto un nuevo abanico de posibilidades más allá de acudir todos los días a un lugar físico a trabajar. El empleado seguirá siendo el recurso más valioso para cualquier empresa, por ello se le debe seguir cuidando y aportando valor. Los beneficios sociales deberán seguir formando parte de su vida profesional, incluso aquellas empresas que no ofrecían este tipo de compensación, deberán replanteárselo, ya que la retención del talento será incluso más importante en remoto.