Uno casi podría tomárselo a broma. De hecho, aún hay gente que se pasea por el parque de Valdebernardo y al llegar a la zona del lago, repleta de animales que, obviamente, tienen que estar ahí, aún exclaman: ¡Qué mona, una ratita!
¿”Qué mona”? ¿En serio? Si ya lo dice mi padre, que “hay más tontos que listos” y esta perla de sabiduría popular vale para todo. Una rata, señores, no es mona: es un foco de infección y enfermedades, muy peligrosa y, además, que se reproduce a una velocidad de vértigo. ¿Sabéis lo de los conejos? Pues más rápido. Un problemón: si ves una, ten por seguro que hay cientos que no estás viendo.
Y en el parque de Valdebernardo (Vicálvaro. Madrid), los vecinos tienen ese problemón y nadie de la Administración parece capaz de solucionarlo: llamas al Ayuntamiento y te responden que los parques los lleva la Comunidad; llamas a la Comunidad, y ni siquiera te responden: te hacen enviar un correo con el problema y a los pocos días te responden con otro, mecánico, que no dice nada. Y problemón sigue ahí, creciendo. Multiplicándose.
Ratas ¿Hasta cuando?
Pues seguramente hasta que pase algo y alguien de esas administraciones se decida a actuar: que muerdan a un niño, a un anciano, a un bebé… porque son muchas y de todo tipo: negras y grises y le han perdido el miedo a la gente e incluso a las mascotas, a los perros que, como además son perros de ciudad, no tienen ese instinto de los de campo de considerarlas enemigos naturales y perseguirlas. O hasta que entren en las viviendas, en los bares o los establecimientos de la zona…
La gracia de esto es que no es de ahora: ya en febrero se comunicaba la existencia de este problema en varias zonas de la capital. Un vídeo emitido por Telemadrid, por ejemplo, mostraba con claridad varios individuos de ratas negras en la zona del Cercanías de Méndez Álvaro. Y empezaban las advertencias desde la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA), donde se hacía un llamamiento a la calma, por cuanto que, en ningún caso, se trataba de un descubrimiento fuera de control. Sino que, muy al contrario, tal y como afirmaba la directora general de ANECPLA, Milagros Fernández de Lezeta, “la Asociación ya confirmó la existencia de esta nueva especie de rata en Madrid hace dos años, en 2019, y su presencia está exhaustivamente monitorizada por parte de los técnicos de control de plagas del Ayuntamiento de Madrid, quien han contabilizado un total de 10 focos en toda la ciudad”.
Estas ratas y las grises están en Valdebernardo: juntas, no se discriminan entre ellas. Aunque, a diferencia de sus congéneres grises, las ratas negras suelen vivir en las alturas, soliendo establecer su residencia en árboles, tejados, áticos…
Y, por si esto no os ha gustado suficiente para terminar la semana, os dejo unos consejillos de ANECPLA.
10 consejos de ANECPLA para evitar plagas de ratas
- Depositar los residuos en los contenedores de basura teniendo en cuenta los horarios establecidos de recogida
- Antes de guardar los contenedores de basura en el interior de los inmuebles asegurarse de que están libres de cualquier especie plaga
- Mantener en buenas condiciones de salubridad los cuartos donde se depositan los contenedores
- Reparar cualquier desperfecto estructural que permita la entrada de ratas a los edificios (ej. arquetas, sumideros, etc.)
- En el interior, eliminar restos de residuos orgánicos y evitar acumular basura.
- Reducir la cantidad de espacios de difícil acceso en los que puedan esconderse o refugiarse las ratas, acumulación de cajas y embalajes, etc.
- Eliminar la maleza en los jardines
- Vaciar con regularidad los recipientes de comida de las mascotas.
- En caso de avistamiento de ratas en la vía pública, avisar a los servicios municipales
- Y por supuesto, acuda a profesionales.
