La escuela de la popular enseña automovilística busca nuevos pilotos para formarlos como campeones
Silvia Resa
Un automóvil de competición del tipo Peugeot 208 R2 cuesta 58.000 euros, a los que se suman los 1.900 euros para la indumentaria y las carpas. Esto y ganas de triunfar es lo que requiere un piloto para formarse como campeón en la Peugeot Rally Cup, una escuela para jóvenes promesas a las que las divisiones española y portuguesa de la emblemática enseña gala desean dar la alternativa “aún en el caso de que participen con otras marcas”
Captar el talento. Tal es el objetivo de la Peugeot Rally Cup Ibérica, el trofeo automovilístico monomarca que se celebra en España y Portugal, disputándose tres carreras en cada territorio. Las dos primeras han tenido lugar en suelo luso: Vodafone Rally de Portugal y el Rali de Castelo Branco.
El tercer rally del calendario Peugeot tendrá lugar los días 20 y 21 de julio en El Ferrol. Ya en septiembre el Rally Princesa de Asturias se celebrará los días 14 y 15. En octubre, los días 17 y 18 será la fecha para el Rali Casinos de Algarve, en el país vecino y entre el 25 y el 28 tendrá lugar el Rally RACC Catalunya-Rally de España.
Premios por valor de 20.000 euros en cada competición, a repartir entre el ganador con 5.000 euros y el décimo puesto, al que le corresponde la décima parte: 500 euros. Para el equipo vencedor en la Peugeot Rally Cup Ibérica habrá un modelo de automóvil categoría R5 para participar en un rally de entre los que tendrán lugar en la península Ibérica el próximo año.
“Este trofeo toma el relevo del Desafío Peugeot, celebrado durante más de treinta años y que ha supuesto un antes y un después para el desarrollo de los rallies como disciplina deportiva en España”, dice Jorge Tomé, director de Peugeot para España y Portugal; “se trata de utilizar la competición como proyecto de compañía, pues en una carrera ganamos o perdemos por un segundo”.
“El Desafío es el espíritu de imagen de Peugeot y estamos aprendiendo acerca de lo que desea la gente, de lo que le atrae”, dice Eduardo García Nieto, responsable de Comunicación en Peugeot España, quien destacó el ataque sufrido por el sector de automoción desde hace unos años “a pesar de que representa entre el 10% y el 11% de aportación al PIB, equivalente por tanto a otros sectores como el turístico”.
Para el próximo rally en Ferrol está previsto que participen 23 equipos; “tras un año haremos balance”, dice Tomé, quien asegura que en el Peugeot Rally Cup Ibérica participan muchos más equipos que en Francia, país de origen de la enseña automovilística. “Peugeot es marca con ADN de competición”.
“Las marcas queremos invertir en promoción, pero con un retorno en términos de visibilidad”, dice García Nieto; “en caso contrario no podríamos continuar”.
Codrive para profanos
El Peugeot 208 R2 ha sido el automóvil elegido para la Rally Cup, por contar en su palmarés con trofeos como la 208 Rally Cup celebrada desde hace años en Francia, además de ser considerado por los expertos como uno de los vehículos más fiables de su categoría.
Para los más avezados en tecnología, decir que cuenta con un motor de 1.598 centímetros cúbicos, con una potencia máxima de 185 CV a 7.800 revoluciones por minuto. Dispone de caja de cambios secuencial de cinco velocidades con mando mecánico y frenos de disco ventilados.
Ahora bien, para los profanos esto significa que se trata de un vehículo que es todo chasis, motor y barras de seguridad, por lo que más que correr, vuela. Así lo pudimos comprobar el grupo de periodistas invitados al codrive. Una presentación en la que los pilotos Gonzalo de Andrés y Christine Giampaoli se turnaron para ofrecer gentilmente qué es lo que se siente al “dar una vueltecita” en un cohete.
Por cierto, todo hay que decirlo: la Giampaoli mostró en todo momento un glamour y una simpatía envidiables. Esta italiana es una joven promesa de 24 años que ya en 2016 se proclamó campeona en categoría femenina de rallies de tierra en España. Actualmente se prepara para competir en el Rally Dakar 2020.