La primera vez que viajé a Irlanda me enamoré. Sí, me enamoré, no me avergüenza admitirlo. Me enamoré del país, de sus gentes, de sus paisajes y, por encima de todo esto, de una ciudad a la que espero volver más pronto que tarde: Killarney. Una ciudad pequeña, en el Condado de Kerry –el suroeste de la isla- de unos 17.000 habitantes, marcada por la naturaleza y el parque nacional del mismo nombre. Aunque, la tradición irlandesa también ha renombrado a la ciudad y sus alrededores como “reflejo del cielo”.
El poeta Alfred Austin se inspiró en esta ciudad para escribir «Si la montaña, la madera y el agua armoniosamente mezcladas, constituyen la belleza más perfecta y adecuada que presenta la naturaleza, deben ser propiedad de todo el mundo».
De hecho, uno de los principales atractivos de Killarney es este parque y la multitud de actividades que se pueden realizar en él. Tales como senderismo, montar a caballo, excursiones… para visitar sus bosques, lagos y cascadas, cercados por montañas de más de 1.000 metros de altitud. Tales cosas son las que han convertido a la pequeña urbe en uno de los principales atractivos turísticos de la isla verde desde hace más de 250 años. Es más, tras la ciudad de Dublin, la capital, Killarney es la ciudad irlandesa con más camas de hotel. Recibe turistas de todas clases y todos los niveles adquisitivos.
Desde la ciudad es posible llegar al parque a pie en poco tiempo, aunque también se puede optar por los distintos autobuses que trasladan al Castillo de Ross y a Muckross House. Puntos de interés en él. Una vez allí, se puede pasear entre los robledales más extensos del país o, si se tiene suerte, tal vez se tope uno con la única manada de ciervos autóctonos. Los glaciares del Leane y los lagos Muckross ocupan cerca de una cuarta parte del parque, por el que también se puede realizar una visita guiada.
Pero, aunque la principal atracción sea el Killarney National Park, que puede verse en un día, a pie, en la ciudad existen otros puntos de interés como la Catedral de Santa María, católica y neogótica, diseñada por el arquitecto Augustus Pugin, e inspirada en la catedral de Ardfert, cerca de Tralee. Killarney tiene el título de «Ciudad mejor mantenida de Irlanda» del año 2007, gracias a su riqueza natural, historia y proximidad a la península del Valle profundo (Dingle Peninsula) y su ubicación sobre el Anillo de Kerry (Ring of Kerry).
Los pubs de la ciudad están llenos de forma habitual durante los meses de verano (es mejor, si no se quiere estar inmerso en un excesivo bullicio, visitarla en primavera u otoño). Los sitios más visitados son: Mustang Sallys, McSorleys, Scruffys, Scotts, Charlie Foleys, Jades Bar New Street, The Grand Hotel o The Granary.