La distracción, no sólo por fatiga, provoca el 32% de los accidentes de tráfico en España.
¿Eres de los conductores que necesita moverse en el asiento de su automóvil durante un recorrido largo? ¿notas calambres en las manos o en los pies, e incluso se te quedan dormidos? ¿te empieza a molestar la espalda? ¿tienes visión borrosa o te pican los ojos? Y ¿cómo vas de somnolencia? ¿tienes sed? Si es que sí, no lo dudes: es el momento de parar para descansar, hidratarte y evitar un posible accidente por conducir fatigado
El Eurobarómetro de la Fatiga del Real Automóvil Club de España (RACE) y de la Asociación de Fabricantes de Bebidas Refrescantes (Anfabra) lo dice bien claro: en Europa cerca del 16% de los conductores han tenido accidentes debidos a la fatiga al volante, lo que se explica porque casi el 4% no descansa antes de las cuatro horas de viaje, e incluso no para. España parece que ha hecho los deberes, situándose entre los cinco países con menor número de accidentes debidos al cansancio. Y es que el conductor español planifica su viaje (83%), descansa previamente al menos durante siete horas (78,6%) y busca los momentos con menor densidad de tráfico (64,7%).
Marcas de fatiga
Cuando termine el verano, el número de desplazamientos por vacaciones en las carreteras españolas habrá superado los 90 millones, según la Dirección General de Tráfico (DGT) Ello supone una media superior a los 200 kilómetros y casi una docena de trayectos. Cerca del 70% de los europeos recorren distancias de entre 200 y 400 kilómetros hasta llegar a su destino estival, siendo los franceses, austríacos y suecos los que se acercan al límite por arriba, con 396 kilómetros de media.
Con tan largos recorridos, aspectos como los tiempos de descanso, la deshidratación, la fatiga e incluso la ingesta de alcohol convierten la conducción en una especie de lotería con efectos adversos como premio. También en esto se establecen rankings, de modo que Suecia, con tan sólo 25 muertes de tráfico por cada millón de habitantes es el más seguro. En España alcanza los 32 pero, tal y como reconoce María Lidón, subdirectora de Formación de la DGT, “las distracciones que lo explican no se deben en muchos casos a la fatiga”.
Esta última sobreviene tras diversos factores que, en su mayor parte, se presentan como síntomas de la fatiga al volante: necesidad de moverse en el asiento (26% de los casos), calambres musculares (10,4%), sensación de brazos o pies dormidos (8,2%), picor de ojos y visión borrosa (7,8%), deshidratación (7,6%) y somnolencia (6,6%). En el Eurobarómetro de la Fatiga se recoge que el 15,7% de los europeos han tenido accidentes mientras conducían, siendo Italia, Francia y Reino Unido los territorios en los que se han producido los más graves, sobre todo por no prestar atención a los síntomas de la fatiga”, dice Antonio Lucas, director de Seguridad Vial del RACE.
El retrato del conductor europeo accidentado por fatiga se describe como un joven de entre 18 y 24 años que no se detiene a descansar, o lo hace pero después de al menos cuatro horas conduciendo; dichas paradas no llegan a los cinco minutos; “los conductores europeos que declaran haber sufrido más accidentes, así como los que se quedan dormidos, tienen en común que no suelen parar a descansar, o lo hacen a partir de las cuatro horas de conducción continuada, lo que establece una relación directa entre fatiga y accidente”, dice Lucas, del RACE.
Italianos, franceses y británicos son, según el Eurobarómetro, quienes tienen un mayor riesgo de sufrir un accidente de automóvil, dado que en el 88% de los casos suelen necesitar moverse en el asiento mientras conducen, uno de los primeros síntomas de fatiga al volante; en el 66,5% de las ocasiones sufren calambres musculares y dolor de espalda y el 8,2% de las veces se les quedan dormidos brazos o piernas.
La deshidratación, responsable de más del 7% de los accidentes europeos por fatiga la sufre el 7,6% de los conductores de forma habitual; “curiosamente Italia, Francia y Gran Bretaña, países que encabezan el índice de mayor siniestralidad, son en los que sus conductores sufrieron más episodios de deshidratación, coincidiendo con el riesgo-país”, dice Antonio Lucas, del RACE; “mientras que aquellos que menos acusan deshidratación, como portugueses y austríacos, están entre los primeros en el ranking de menor número de accidentes”
Qué ocurre si no paro
Los responsables del informe aseguran que, tras más de dos horas al volante sin descansar, el tiempo de reacción ante un imprevisto se duplica, el nivel de agresividad del conductor se eleva el 66%, el riesgo de salirse de la vía aumenta el 33%, al igual que el error en la percepción de distancias y velocidades, que aumenta el 62% o también la percepción de la señalización de tráfico, que desciende el 30%. “Preocupa observar cómo casi el 27% de los conductores europeos intentan acortar el tiempo de viaje para llegar cuanto antes”, dice el director de Seguridad Vial del RACE; “más del 9% ha tenido que parar a descansar por cansancio extremo al volante y cerca del 16% han sufrido un accidente debido a la fatiga”.
Otro aspecto alarmante en la evaluación de riesgos en la conducción es que el 43,6% de los europeos, dos de cada cinco, han conducido un vehículo después de haber consumido alcohol; franceses (33%) y británicos (27,5%) reconocen hacerlo en numerosas ocasiones, siendo la media europea el 22% para el apartado “consumo asiduo de alcohol y posterior conducción de vehículo”.
Cómo lo hacemos aquí
España ocupa la octava posición en cuanto al número de fallecidos por millón de habitantes debidos a accidentes de tráfico, quedando por debajo de la media europea, que supera, como hemos visto, el medio centenar. El 47% de los desplazamientos largos se sitúan entre los 200 y los 300 kilómetros; el 22% abarca entre los 300 y los 400 kilómetros y sólo el 15% de los desplazamientos superan el medio millar. Ello arroja una media de 356 Km.
“En España hemos hecho los deberes de autorresponsabilidad”, dice Antonio Lucas, del RACE; “ya que es uno de los países en los que más se descansa de forma previa al viaje y es el segundo en materia de planificación de ruta, para evitar posibles retenciones” Y es que según el Eurobarómetro, en nuestro país el 83% planifica la ruta, más del 78% descansa bien antes de iniciar el viaje y casi el 65% busca los momentos con menor densidad de tráfico para empezar a viajar.
No obstante, aún tenemos tarea, como muestra el hecho de que el 56% de los conductores españoles no cumpla la recomendación de parar cada dos horas, que casi el 4% no pare o que lo haga después de cuatro horas al volante. Pero además más de medio millón de conductores españoles “reconocen haberse quedado casi dormidos al volante durante un desplazamiento largo, lo que sin duda supone una situación de alto riesgo”, dice Lucas.
Otro de los riesgos destacados se refiere al nivel de hidratación, que cuando es bajo, junto a otro reducido de glucosa en sangre “incrementa el 66% la agresividad al volante y reduce la concentración el 27%”, dice Pelayo Bezanilla, presidente de la Asociación de Bebidas Refrescantes (Anfabra); de ahí la campaña “Un refresco, tu mejor combustible” con el que, desde hace casi tres lustros esta patronal se ha unido al RACE y la DGT para advertirnos de los riesgos extremos de la fatiga.
Y tú, ¿viajas cansado al volante?