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Estar de exámenes

Jun 22, 2020
Imagen: Siora Photography/ Unsplash.com

El psicólogo y profesor Fernando Miralles da las claves para salir victoriosos de la EBAU y otras pruebas académicas.

Silvia Resa

Irritabilidad, susceptibilidad, mal humor, insomnio, malestar físico, tener pensamientos negativos, miedo al fracaso o también a “quedarse en blanco” son algunos de los efectos psicológicos y emocionales que pueden sufrir los 217.000 alumnos que este año se presentarán a la EBAU, para acceder a las universidades españolas. Expertos como Fernando Miralles explican las técnicas para el antes, durante y después de los exámenes.

Esta semana llega el momento de la verdad para los 217.000 alumnos que desean entrar en la universidad: empiezan las pruebas de la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU), que se prolongarán hasta mediados de julio, en su convocatoria ordinaria. Aunque estos exámenes de acceso se han retrasado en fechas, a fin de dar tiempo a los estudiantes para su preparación, la situación de cuarentena no ha supuesto precisamente una ayuda para el estado anímico estudiantil que, según los expertos, se ven afectados por la ansiedad en un porcentaje que oscila entre el 15% y el 25% del total de futuros examinados.

“En condiciones normales, los estudiantes se enfrentan a numerosos exámenes de diferentes materias”, dice Fernando Miralles, profesor de Psicología de la Universidad CEU San Pablo; “muchas veces, estas pruebas generan en el alumno un estrés y un nerviosismo que les impide obtener su mayor rendimiento académico”; “pero este curso es previsible que se incrementen tales niveles, debido a que existe una gran incertidumbre pues, hasta hace unos días, no se ha sabido el lugar donde van a realizar la prueba, y también ha habido desconcierto con respecto al temario final que entraba para la EBAU”.

Según el profesor Miralles hay un temor común en los estudiantes: “en tres días estos jóvenes se pueden llegar a jugar la carrera que desean hacer, lo que les puede crear un nivel muy elevado de ansiedad”. Para confrontar tales emociones, este experto propone diversas acciones para los días previos a los exámenes, durante la celebración de las pruebas y posteriormente.

Antes del Día D

  1. Lleva una vida saludable, no tomes fármacos; si no duermes lo suficiente, el examen no saldrá bien, pues el cerebro estará cansado. Tampoco hagas comidas copiosas ni bebas alcohol.
  2. Lleva tu agenda organizada, para saber lo que tienes que repasar en cada momento.
  3. Diariamente, empieza estudiando las asignaturas menos atractivas o que peor se te den, estarás menos cansado que si las estudias al final del día.
  4. Estudia con una buena técnica: lectura rápida, lectura comprensiva, subrayado, esquema/resumen, reglas nemotécnicas y memoria fotográfica.
  5. Intenta conseguir información sobre los exámenes de años anteriores en la Red, así podrás hacer simulacros de la prueba.
  6. Días antes del examen, visita online el lugar donde va a ser tu EBAU, para evitar miedos infundados y sorpresas de última hora.
  7. Realiza alguna técnica de relajación antes de acostarte, como las de relajación muscular progresiva de Jacobson (relajación de manos, hombros, cuello, boca, lengua, ojos, respiración…) al ser fáciles de hacer y no tener que invertir mucho tiempo.

El día del examen

  1. Para dormir tranquilo y que no haya sorpresas de última hora, deja preparado todo el material necesario para el examen antes de acostarte.
  2. Ve con tiempo de sobra al lugar de la prueba, y mejor en transporte público. El día de la prueba, algunos padres llevan a sus hijos en coche y se generan grandes atascos que pueden incrementar la ansiedad.
  3. Desayuna bien, lleva agua y algo sólido por si la prueba o el tiempo de espera se alargan.
  4. Evita un último repaso en profundidad, puesto que esa información ya está almacenada en tu memoria, aunque no te lo parezca.
  5. No comentes el temario con tus compañeros, pues saldrán preguntas tan difíciles que ni el profesor que lleva años impartiendo clase se habrá planteado poner en el examen. Evita hablar con aquellos que estén muy nerviosos, ya que pueden transmitirte su intranquilidad.
  6. Si notas que estás ansioso o tenso, empieza a respirar con el abdomen.
Imagen: Alissa de Leva/ Unsplash.com

Durante las pruebas

  1. Lee todas las preguntas y, si hay alguna que no entiendes bien, consulta al examinador, aunque creas que está sólo para vigilar, también te podrá ayudar. Recuerda que es un profesor que intentará orientarte.
  2. Empieza el examen por la pregunta que te sepas mejor, así irás consiguiendo puntos y aumentarás tu seguridad. Al mismo tiempo y sin que te des cuenta, tu cerebro irá buscando las respuestas al resto de cuestiones.
  3. Lleva un reloj y controla el tiempo que te queda de examen. Para ello, ponlo sobre la mesa y calcula el que te han dicho los examinadores.
  4. Expón cada idea en un párrafo y subraya las más importantes.
  5. Si puedes, deja algo de tiempo para repasar y, sobre todo, si no estás seguro de alguna palabra, cámbiala por un sinónimo, las faltas de ortografía en la universidad están muy penalizadas.
  6. Si te quedas en blanco o te pones nervioso, para un momento, respira despacio y escribe en un folio quince palabras que empiecen por la misma letra; así desconectarás del examen y podrás volver en pocos minutos a estar concentrado.

Si has terminado

  1. Celebra que el examen ha finalizado y que lo normal es que lo hayas aprobado.
  2. Recuerda en todo momento que lo peor que puede pasar es que suspendas la prueba, que es algo que sólo ocurre a menos del 3% de los alumnos que se presentan. En cualquier caso, en septiembre volverás a tener otra oportunidad con el mismo temario, el mismo tiempo para hacerlo y en este caso habrás podido repasar con más calma.

Por VELT

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