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Jul 6, 2018

Madrid se convierte en la capital de los drones a más de 140 kilómetros por hora

Silvia Resa

 

La madrileña plaza de Las Ventas ha sido por dos días el circuito de carreras para ocho equipos de drones manejados, gafas FPV en ristre, por los más afamados y jóvenes pilotos mundiales.

A más de 140 kilómetros por hora, tendidos, gradas y pasillos del coso se han convertido en el circuito de competición de drones; por su parte los pilotos, situados en sus respectivas cabinas en el escenario, han dirigido por control remoto sus aeronaves.

Para ello han utilizado las gafas FPV, dotadas de dos mini pantallas que en todo momento proyectaban las imágenes captadas desde la cámara, situada a bordo del dron, procurándoles el control del mismo aunque no hubiera línea de visión directa.

Los españoles Álex Zamora y Dani Pacha han participado en la Drone Champions League, considerada una de las competiciones en series de drones mayores del mundo.

El primero, con tan sólo 10 años de edad, es una de las jóvenes promesas del mundo dron, al estar ya en la quinta posición del top mundial de pilotos. Elite que ya ha conquistado Dani Pacho, quien también ha formado parte del equipo Wild Prop.

Forofos del control remoto

Faltaba la norma para que fuera posible el vuelo del dron aquí en España; la legislación anterior a la de diciembre del pasado año era simplemente un parche, a tenor de las opiniones de los expertos del sector.

El Real Decreto 1036/2017 distingue entre el uso de drones con fines profesionales y también como particulares con fines recreativos; en el primer caso se exige al piloto estar dado de alta en la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), disponer del título de piloto de drones y contar con un seguro de responsabilidad civil.

La norma permite también nuevos escenarios, tales como el vuelo en zonas urbanas, nocturnos, con distancias que superen el alcance visual (si se trata de aeronaves con un peso superior a dos kilos) y también en espacio aéreo controlado; en este último caso y según Antonio Sousa, consultor externo y director del Grupo de Autorización en la DCL, “los drones han de llevar un transpondedor, es decir, un pequeño emisor que permite que la torre de control del aeropuerto los supervise”.

“Si se trata de una empresa autorizada, el dron puede volar en zonas urbanas y en espacios protegidos”, dice Sousa, quien desaconseja la construcción de aeronaves propias: “actualmente el dron para uso profesional ha de estar certificado por una ingeniería, por lo que el coste de su construcción se dispara”.

Equipo británico.

Otra cosa es si se trata de una aeronave destinada a la competición, pues tal y como comenta Gregorio, del grupo técnico de uno de los equipos españoles “la precisión del movimiento del dron requiere un diseño personalizado, algo imposible de obtener en los modelos estándar”.

Sea como fuere, la publicación de la norma ha dado el pistoletazo de salida a un sector que en España ya agrupa a 3.000 operadores registrados, en segmentos de actividad que van desde el audiovisual hasta el agrícola y minero, pasando por el de la seguridad pública y privada, que se considera el área de expansión para la tecnología de aeronaves.

Durante el próximo lustro el sector moverá, en global, más de 100.000 millones de euros y para 2033 se espera que el negocio de las aeronaves represente la décima parte del obtenido en total por el sector aeronáutico.

Son datos de la empresa consultora PWC, que le atribuye una facturación anual de 15.000 millones de euros sólo en Europa; en Estados Unidos y hasta 2022 los drones obtendrán una cifra de negocio cercana a los 100.000 millones de dólares.

Luces en acción

Una red a modo de techo cubría el coso madrileño la noche del miércoles y jueves pasados. Otra cubría las gradas y protegía a los 2.000 espectadores situados en el albero.

Varias metas volantes guiaban al dron ganador, que mediante un requiebro de enceste, pasaba por la meta más estrecha para evitar duelos de última milla, de tal manera que las luces de las aeronaves iluminaban la noche madrileña en círculos creados por sus destellos luminosos.

Vueltas, giros, choques y hasta el incendio de una de las aeronaves han añadido adrenalina a la competición.

En el escenario, los pilotos dirigían a sus criaturas veloces, mientras los espectadores disfrutábamos de la magia de esta nueva Fórmula 1 con aeronaves, desarrollos para los que por cierto se han encontrado múltiples funciones… sí, sí también la vigilancia de tráfico, sanciones incluidas.

Pero por el momento y durante dos noches, los drones han sido protagonistas y han puesto punto final a Expodrónica, la feria de los drones que se ha celebrado por primera vez en los recintos feriales de Madrid.

 

Por VELT

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