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Los nuevos amos de casa

Ene 17, 2019

Entrevista con Pedro Caballero, director de Amosdecasa.com

Silvia Resa López
Fotos CM-MG (Country Mouse – Miguel Garrote)

“¿Cómo lo haces?” le pregunta un hombre a su pareja, que acaba de volver de su trabajo en una empresa de marketing; “llevo todo el día intentando limpiar y ordenar la casa y no me ha dado tiempo a casi nada”. La escena está basada en experiencias reales, como las que vive cada día Pedro Caballero, amo de casa por convicción y a la sazón responsable de la asociación amosdecasa.com, que da voz a todas aquellas personas que ven en la actividad del hogar no sólo un trabajo más, sino también una manera de cambiar el mundo, a través del reconocimiento de una de las principales actividades socioeconómicas del país.

“Ser amo de casa es ser un solucionador, un gestor de hogares y familias”, dice Pedro Caballero, responsable de amosdecasa.com; “todos podemos hacer de todo, pero cuando se habla de ser amo de casa parece que se trata de una actividad de segundo orden y no es así, ya que somos pilares de la sociedad y esto se irá viendo poco a poco”.

Dicho esto, se levanta sin dar tiempo a hacerle una nueva pregunta, coge varios sobres de azúcar y se los entrega a una persona de la mesa de al lado que accidentalmente ha volcado el café con leche sobre su abrigo de lana. “Échala sobre la mancha, para que absorba el líquido”, le dice al hombre, quien por toda respuesta pone cara de asombro; “si sigues frotando, el líquido penetrará en el tejido y será casi imposible eliminarla”.

¿Tienes muchos más trucos como ése?

(Se ríe) Hay algunos más, como por ejemplo pintar con una pastilla de jabón la parte interna de la raya del pantalón de vestir, para que al plancharla por el derecho permanezca durante más tiempo; o también frotar con un limpiador de pasta blanca y un paño los rayajos del parqué hasta lograr que desaparezcan.

¿Para qué el término amo de casa, existiendo la voz femenina que se viene utilizando desde siempre?

Con la expresión amo de casa se concreta un nicho de mercado hasta ahora inexistente, dado que la figura del hombre en el ámbito doméstico no se reconocía. Sin embargo, el término ‘amo’ no lo usamos para segregar, sino todo lo contrario, pues incluye tanto a hombres como a mujeres; de hecho, se está desarrollando apoyándonos en las amas de casa. Se trata de que se vea como lugar de referencia para reclamar ese sello y si lo hemos puesto en masculino es porque todavía somos pocos en este entorno.

Aparte del lenguaje usado ¿crees que tu trabajo puede contribuir a la equiparación entre hombres y mujeres o es una moda más?

Al decir que somos pilares de la sociedad me refiero a que servimos de modelo de acción a las nuevas generaciones, es decir, forjamos a esas personitas que al llegar a la edad adulta serán quienes tiren del carro. Es más, iré más lejos al afirmar que el germen de la violencia de género empieza en el núcleo familiar, donde la madre es relegada a una escala inferior: mamá cocina, compra, friega y soluciona. El niño aprende ese maltrato psicológico y posiblemente lo proyectará en su futura familia.

¿Cómo lo vas a lograr?

Mediante la naturalidad, es decir, que se vea como algo normal. He empezado mediante vídeos en los que explico cómo planchar, poner la lavadora o limpiar y el objetivo es que quienes me sigan se digan “si él puede, yo también”

Es importante que nos concienciemos de que todos hemos de colaborar, y de que no se es ni más ni menos hombre por coser un botón; es por lo que lucho, porque se vea normal a un hombre planchando, cocinando, limpiando, cosiendo o atendiendo a sus hijos. Que no sea la excepción, si bien hay que empezar por algún sitio.

¿Qué tal andamos de equilibrio en España?

Actualmente existen un millón de amos de casa, a tiempo parcial y completo, pero responsables de una gran parte de las tareas del hogar. Es cierto que no nos educaron en la corresponsabilidad, pero se puede arreglar: en mi caso, por ejemplo, me acerqué al ámbito doméstico poco después de casarme y años después decidí quedarme en casa.

En este nuevo mapa, ¿dónde sitúas a las mujeres?

A nuestro lado, ya que necesitamos su apoyo para que se asuma con naturalidad el nuevo rol del hombre en la familia y en la sociedad. En este sentido, sería interesante que dejaran que los hijos o el marido se equivocaran cuando se les encarga una actividad en el hogar, en lugar del consabido “deja, que ya lo hago yo”.

En tu caso personal ¿cuál fue la reacción de tu pareja?

¿Estás seguro? Fue lo que me dijo mi mujer.

¿Qué respondiste?

Que no, no estaba seguro, pero que iba a intentarlo.

¿Qué es lo que cambia cuando te pones el delantal y decides ser el amo de tu casa?

El delantal vale para todo… tu familia se convierte en tu empresa; es una profesión con un horario tan amplio como el que ocupan las 24 horas de cada uno de los 365 días del año, dado que en cualquier momento pueden surgir imprevistos: un niño que enferma, una avería en el hogar o un problema que afecte a uno de tus hijos.

Pero lo que más cambia es la actitud personal, al recapacitar acerca de la vida que realmente desea uno mismo, sin pensar en lo que se supone que desean los demás, de modo que pronto se aprende a valorar las ventajas de esta actividad. En este punto, lo primero es preguntarse “qué quiero hacer”, definiendo así el objetivo hacia el que nos orientaremos.

¿Te afectan los prejuicios expresados por otras personas?

Más que afectarme, me animan a lograr la normalización a la que antes me refería; con voluntad de hacer las cosas los demás ven que eres realmente feliz haciéndolo y aún en el caso de que no lo compartan, lo cierto es que lo respetan, cada vez más.

Aún existe ese pudor a expresarlo, alegando temporalidad mientras se busca un nuevo trabajo, pero cada vez somos más los hombres que, pongo por caso, hacemos la compra a las 11 de la mañana, lo que es un indicio de que al menos una parte somos amos de casa.

Para algunas personas las tareas del hogar son una obligación tediosa.

Creo que como en todos los trabajos hay aspectos más y menos agradables. Ser amo de casa no es un castigo, ni tampoco algo a lo que uno se dedica porque no tiene otra cosa. Lejos de esto, opino que se tiene mucho que aportar siéndolo, como por ejemplo la empatía, pues enseguida te das cuenta de lo que hace tu pareja: llevar la casa, a la familia, la economía doméstica y hasta la salud psicológica. Es entonces cuando te detienes y te preguntas cómo lo hace.

¿Cuál es tu primer consejo para ese amo de casa que se asoma ahora mismo a la pantalla?

Listas. Que elabore una lista con el quehacer de cada semana, repartiendo las actividades y distribuyendo diariamente las tareas según complejidad. Este calendario debe incluir tiempos para uno mismo, en los que se puede quedar con amigos y también para la pareja, a quien no hay que descuidar.

Pedro Caballero cierra su agenda azul, de la que sobresalen unos marcadores con las acciones inmediatas y con una banda elástica, para impedir que se pierdan las notas sueltas de entre sus páginas. La cara visible de amosdecasa.com no sólo se dedica a las tareas del hogar sino que, a modo de hombre orquesta, organiza videos y presentaciones, pone contenido a su blog, da vida a su programa de radio o planea publicar un libro, tan práctico como la revista Amos de Casa, que con periodicidad bimestral habla de la supervivencia doméstica, también con personajes famosos. En su primer número -sin spoilers que valgan, porque ya está en los quioscos- el bailarín y coreógrafo Rafael Amargo afirma que nunca ha puesto una lavadora… ¿nuevo candidato a amo de casa?

Por VELT

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